miércoles, 4 de abril de 2012

Otro tú

Me gusta cuando hace ese tipo de cosas, 
las que le gustan, cosas que definen quién es.

Cuando recita su poesía... que pocas veces lo hace.

Cuando habla de lo que le gusta.

Cuando pinta, ¡ooh dios!, cuando pinta ¡me encanta! 
cuando tiene sus manos manchadas 
y más cuando veo manchas en la mías,  eso quiere decir  que ha tomado mis manos.
Sus movimientos de brocha, parecen disparejos,
parece que nada tomará forma y al final te das cuenta que todos sus movimientos eran precisos y directos.
Todos sus colores combinan, no importa que un diseñador diga que no se mezclen, 
podría usar todos los colores del arcoiris y de alguna forma hace que combinen.

Cuando tiene su boca entre-abierta,
entonces está pensando algo, se está concentrando en algo 
y lo hace ver interesante, incluso intrigante.

Cuando pone su música, nunca la conozco, nunca me sé sus canciones 
pero es otra cosa que define su ser, por eso me gusta

Y cuando llora...
Cuando llora todo está mal. 
Sólo dos veces fui testigo de sus lágrimas, una vez me contó su razón 
la siguiente me avergüenza recordarla, 
fui la razón, mis palabras fueron la razón.
Desde entonces no sé si derrama lágrimas, 
pero cuando sé que necesita algo, 
voy y le ofrezco mi mano o mi hombro o mi abrazo,
todo lo que quiera tomar, 
porque no sé cuanto tiempo me permita verle, 
quiero dejarle todo lo que quiera tomar.

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